jueves, 17 de julio de 2008

Esencias y Aromas

Originalidad, Encanto y Sensualidad

El ser humano es capaz de percibir entre 2000 y 4000 olores diferentes, algunos de los cuales son más identificables que otros, como los florales, mentolados, alcanforados, almizclados, etc.

No es casual que nuestro olfato sea capaz de identificar tanta diversidad de aromas, y esto se debe a que la memoria olfativa nos remite a situaciones o episodios vividos con anterioridad, despertando sensaciones, emociones, sentimientos.

Un aroma nos inspira, nos estimula, nos provoca, nos acerca, nos atrae...

De esto se desprende la importancia en la elección de una fragancia, ya que ésta debe acompañar nuestra personalidad y armonizar con nuestra piel.
Es verdad, que la vista es el primer sentido que se pone en juego en cada momento, incluso cuando estamos por comprar un perfume.

Por ese motivo, con la evolución de la perfumería, es que los fabricantes se dedican cada vez más a la creación de envases que acompañen y revelen las características de ese aroma que tendrá por contenido.

Los perfumistas son los encargados de desarrollar las fórmulas de las fragancias, muchas de las cuales están compuestas hasta por centenares de activos, que combinados, forman los distintos caminos o familias olfativas.

Las materias primas naturales con que se elaboran los perfumes, se extraen de casi todas las partes de las plantas, no sólo de su flor, sino de sus frutos, tronco, corteza, raíces, hojas, resinas.

Los óleos esenciales son el ingrediente natural que le otorga particularidad a cada fragancia, es el elemento volátil que caracteriza una planta y a los que se conoce como “el alma del perfume”.

Para conocer los caminos olfativos, se han realizado distintas clasificaciones.
En cuanto a perfumería femenina pueden destacarse tres grandes familias, una de las cuales a su vez, se ramifica en sub familias.








La estructura fundamental en perfumería femenina, toma como base, las notas florales a las que se adicionan otras notas, que en el cuadro aparecen organizadas desde la más suaves y etéreas (verde, fresco) hasta las más intensas (gustativas, que hacen referencia a esencias comestibles, como por ej. la vainilla).







Ilustración en lápices de color sobre papel

Realizada por Eliana Roiger


En la actualidad, las fragancias marcan estilos y hasta estados de ánimo.

Son un complemento que estimula los sentidos y define una personalidad.

Podríamos adaptar un dicho y expresarlo de esta manera:

-“Dime qué perfume usas y te diré quién eres”-.

7 comentarios:

Gastón Martorelli dijo...

Qué notable, desconocía estos datos. Sin ir más lejos, recordé dos olores: el baño de la casa de mi abuela (un aroma que jamás volví a oler, era muy bello, pese al lugar donde estaba), y al de una mujer que quiero mucho.

Muy buena ilustración en carbonilla, sinceramente desconozco la utilización de la misma, y por eso me sorprende. Muy bueno, el blog y el retrato.

Un abrazo, Eliana.
Gastón

Cemanaca dijo...

Enriquecedor texto.
tú dices:"Un aroma nos inspira, nos estimula, nos provoca, nos acerca, nos atrae..."
Estoy totalmente de acuerdo, utilizo el mismo perfume hace ya varios años y de los resultados no me puedo quejar, en cambio cuando he querido cambiar he ido en picado.

saludos conversos.

Agatho dijo...

Hola... He vuelto y he pasado a saludarte... Te espero en mi ciber hogar para que disfrutemos una taza de té.

María dijo...

La esencia de una persona es muy personal y cada una lleva su aroma interno que fluye al exterior, y creo que no hacen falta llevar colonias para enmascarar la esencia que deja cada persona con su aroma interior que sale al exterior.

No me gusta utilizar colonias, siempre se me olvida utilizarlas, y cuando me acuerdo es cuando las utilizo, creo que el mejor aroma es una buena ducha diaria, con ella se desprende la esencia limpia de cada persona.

Te deseo un feliz domingo y te doy un beso.

Anónimo dijo...

un perfume justo puede acercarnos al otro hasta el límite del beso y más allá

Perséfone dijo...

¿Y si te digo que, después de todo, no me gusta usar perfume? A veces utilizo perfume de bebé (quizás sea cierto que nos definen, porque me encantan los niños como ya te habrás dado cuenta), pero sin duda para mí, lo mejor de todo, es salir de casa recién duchadita, con el pelo húmedo oliendo aún a champú, bien rociada de deshodorante y mi cuerpo impregnado en alguna cremita hidratante a cuyo olor sí le doy mucha importancia (curiosamente, también de bebés jajaja).

Soy un caso ¿verdad?

Por cierto, me encanta tu blog. Lo considero muy útil.

Pasaré de seguido.

Un abrazo.

KALISTA dijo...

Me encantaaa este espacio, comparto totalmente tu mirada sobre la imagen y la comunicación. Interesantisimos tus escritos...gracias porque me informo de cosas que ni estaba enterada, dejo un cálido abrazo... volvereeee!!.. besote...