El ser humano es capaz de percibir entre 2000 y 4000 olores diferentes, algunos de los cuales son más identificables que otros, como los florales, mentolados, alcanforados, almizclados, etc.
No es casual que nuestro olfato sea capaz de identificar tanta diversidad de aromas, y esto se debe a que la memoria olfativa nos remite a situaciones o episodios vividos con anterioridad, despertando sensaciones, emociones, sentimientos.
Un aroma nos inspira, nos estimula, nos provoca, nos acerca, nos atrae...
De esto se desprende la importancia en la elección de una fragancia, ya que ésta debe acompañar nuestra personalidad y armonizar con nuestra piel.
Es verdad, que la vista es el primer sentido que se pone en juego en cada momento, incluso cuando estamos por comprar un perfume.
Por ese motivo, con la evolución de la perfumería, es que los fabricantes se dedican cada vez más a la creación de envases que acompañen y revelen las características de ese aroma que tendrá por contenido.
Los perfumistas son los encargados de desarrollar las fórmulas de las fragancias, muchas de las cuales están compuestas hasta por centenares de activos, que combinados, forman los distintos caminos o familias olfativas.
Las materias primas naturales con que se elaboran los perfumes, se extraen de casi todas las partes de las plantas, no sólo de su flor, sino de sus frutos, tronco, corteza, raíces, hojas, resinas.
Los óleos esenciales son el ingrediente natural que le otorga particularidad a cada fragancia, es el elemento volátil que caracteriza una planta y a los que se conoce como “el alma del perfume”.
Para conocer los caminos olfativos, se han realizado distintas clasificaciones.
En cuanto a perfumería femenina pueden destacarse tres grandes familias, una de las cuales a su vez, se ramifica en sub familias.
La estructura fundamental en perfumería femenina, toma como base, las notas florales a las que se adicionan otras notas, que en el cuadro aparecen organizadas desde la más suaves y etéreas (verde, fresco) hasta las más intensas (gustativas, que hacen referencia a esencias comestibles, como por ej. la vainilla).
Ilustración en lápices de color sobre papel
Realizada por Eliana Roiger
En la actualidad, las fragancias marcan estilos y hasta estados de ánimo.
Son un complemento que estimula los sentidos y define una personalidad.
Podríamos adaptar un dicho y expresarlo de esta manera:
-“Dime qué perfume usas y te diré quién eres”-.